jueves, 2 de julio de 2009

Las relaciones autodestructivas

Trastornos de relación
“Término que designa la incapacidad de una persona para establecer relaciones sociales o intensificar los contactos interpersonales” .
Estos trastornos abarcan la poca capacidad para relacionarse con los demás a causa de especiales estados anímicos o situaciones vitales, como la depresión, una dañada autoestima, entre otras. La baja intensidad de las relaciones es característica en determinadas etapas de la vida y del desarrollo, pero los trastornos de relación se generan, sobre todo, dentro de la familia.
Relaciones destructivas
Las relaciones destructivas son manifestaciones de la manera inadecuada que tiene el individuo para resolver conflictos en su vida diaria. Además de ser relaciones que no permiten su desarrollo en todos los aspectos de su vida, ni propician la felicidad, la equidad, el respeto y el bienestar.
Este tipo de relaciones hacen sentir al individuo herido y lleno de rencor, sin embargo, éste se ve incapacitado para librarse de esa relación y persona que le genera tanto dolor.
Las relaciones destructivas no sólo surgen durante el noviazgo, pues de acuerdo con especialistas en el tema también se pueden dar entre amigos, familiares y matrimonios.
Una mujer dependiente es capaz de ignorar el desgaste físico, mental, emocional y económico sólo por ayudar a la persona con la que esté involucrada. Ellas poseen una autoestima críticamente baja, creen albergar terribles defectos y fallas que les hacen creer no son merecedoras de la felicidad gracias a la cual deben ganarse el derecho de disfrutar la vida. En este caso la mujer no se valora a si misma, cree que su valor depende de su pareja y que sin esta, no vale nada. Como le aterra la idea del abandono esta mujer es capaz de hacer o de aguantar cualquier cosa para evitar que la relación se disuelva: engaños, maltratos físicos o emocionales.
En las relaciones destructivas el agresor tiene cambios de comportamiento. Es decir, hay momentos en que se arrepiente de sus acciones, ofrece disculpas y se muestra afectuoso, haciéndole creer a su pareja que todo puede cambiar. La mujer no ve la realidad de la situación y se aferra a esos momentos de esperanzas del supuesto cambio y sigue aguantando abusos. La realidad es que la mayoría de las veces el agresor no cambia y continua en este círculo agresivo.
Autoestima
La autoestima es quererse a uno mismo para poder querer a los demás. Significa estar conciente del propio valor, dignidad y capacidades. Implica respetarte a ti mismo y enseñar a los demás a hacerlo.
Es la opinión emocional profunda que los individuos tienen de sí mismos, y que sobrepasa en sus causas la racionalización y la lógica de dicho individuo. La autoestima es un sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad. Esta se aprende, cambia y la podemos mejorar.
Existen tres características básicas de la autoestima:
1. Ser consiente de si mismo:
Implica poseer comprensiblemente cierta sofisticación con respecto a su vida emocional, esto le permite reforzar otros rasgos de la personalidad; implica ser independiente y conocer los límites. Representa manejar las emociones.
2. Sumergirse:
Es la posibilidad de expresar las emociones y no sentirse dominado por ellas; ser capaz de controlar la vida emocional.
3. Aceptar:
La capacidad de aceptar los diversos humores sin tratar de cambiarlos y evitar ser susceptible con el mal humor. Sin embargo no implica resignarse a la desesperación, sino encontrar una salida a este problema.
La coherencia y la autoestima están íntimamente relacionadas en la conciencia de un individuo. Alguien que posee baja autoestima no será coherente en sus acciones, no se podrá aceptar a si mismo, tendrá problemas para valorarse y vivirá una constante autodestrucción
Son personas que llegan a despreciar sus dones, que tienden a no sor amables consigo mismas sintiéndose impotentes; llegan a actuar a la defensiva o culpan a lo demás por sus faltas. Muestran poco respeto hacia su persona y su cuerpo, suelen hacerse daño a sí mismo y a sentirse menos que los demás.
Son las personas que siempre actúan diferente a lo que dicen, o dicen algo y luego actúan de una forma contraria. Se trata de individuos “dejados” que no se interesan en arreglar sus asuntos en el presente, y viven soñando con un futuro mejor, sin trabajar para lograrlo. La autoestima es fundamental para comenzar a cambiar estos hábitos.

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