Yo ya sé por quién NO voy a votar
Como no sé por quién votar porque no hubo propuestas ni mensajes claros, sólo me queda compartirle mis pensamientos de por quién no voy a votar una vez que esté en la casilla
Sin duda, estamos en la recta final de una atípica y empalagosa campaña electoral con canciones, amenazas, salvadores y descalificaciones. Al igual que la casa de usted, a la mía nadie se tomó la molestia de visitarme para presentarse como diputado de mi distrito o, bien, aspirante a delegado.
Claro, no es de extrañarse ya que la clase política cada vez se siente más ajena a sus gobernados y eso pone en amarillo la estabilidad social.Como no sé por quién votar porque no hubo propuestas ni mensajes claros, sólo me queda compartirle mis pensamientos de por quién no voy a votar una vez que esté en la casilla, solo, con el silencio de mi conciencia.Desde el asiento trasero no voy a votar por aquéllos que se dicen ser ecologistas y contaminan visualmente las calles por donde circulo con cientos de mantas de plástico no reciclable. No voy a votar por aquéllos que tienen actitudes mesiánicas y dicen que salvarán a mi país, siendo que cuando gobernaron decretaron que la información financiera del período en el que mandaron se mantuviera cerrada hasta el año 2016, una vez que prescribiera cualquier delito. No voy a votar por aquéllos que no pueden organizarse a sí mismos y ni siquiera son capaces de elegir a sus propios candidatos con honestidad y transparencia. Si así está su casa, no quiero que así pongan la mía. No voy a votar por aquéllos que creen que estar en el Gobierno es como entrar a un negocio familiar. No voy a votar por artistas ni atletas famosos que deberían seguir metidos en sus profesiones, en vez de vendernos equipos de expertos que gobernarán en su lugar. No voy a votar por aquéllos que ante el incremento del tráfico de drogas, ven en su legalización el “camino fácil” para disminuir el comercio y el consumo de sustancias nocivas. No voy a votar por aquéllos que argumentaron generar millones de empleos y se niegan a ver que su modelo de gobierno y de economía solo genera más pobres entre mis paisanos.
No voy a votar por aquéllos que piensan que sólo poniendo una sonrisa en una manta y una frase desgastada, creen que con eso ya me convencieron de merecer mi respaldo y el poder que tengo como ciudadano. No voy a votar ni por machetes ni bloqueos ni por promesas incumplidas. No voy a votar por aquéllos quienes nos enseñan gaviotas y se exponen en los medios hasta el hartazgo como una figura inmaculada; y en fin, no voy a votar por dinosaurios que dicen renovarse y que creen que mi memoria es tan corta como para olvidar las muchas crisis que he vivido con sus Gobiernos. Yo sólo pido cuatro cosas: menos diputados y senadores, seguridad para mí y mis paisanos, educación para que todos puedan crecer, elegir y defenderse, y trabajo para que todos podamos vivir con dignidad desde el asiento trasero.
Como no sé por quién votar porque no hubo propuestas ni mensajes claros, sólo me queda compartirle mis pensamientos de por quién no voy a votar una vez que esté en la casilla
Sin duda, estamos en la recta final de una atípica y empalagosa campaña electoral con canciones, amenazas, salvadores y descalificaciones. Al igual que la casa de usted, a la mía nadie se tomó la molestia de visitarme para presentarse como diputado de mi distrito o, bien, aspirante a delegado.
Claro, no es de extrañarse ya que la clase política cada vez se siente más ajena a sus gobernados y eso pone en amarillo la estabilidad social.Como no sé por quién votar porque no hubo propuestas ni mensajes claros, sólo me queda compartirle mis pensamientos de por quién no voy a votar una vez que esté en la casilla, solo, con el silencio de mi conciencia.Desde el asiento trasero no voy a votar por aquéllos que se dicen ser ecologistas y contaminan visualmente las calles por donde circulo con cientos de mantas de plástico no reciclable. No voy a votar por aquéllos que tienen actitudes mesiánicas y dicen que salvarán a mi país, siendo que cuando gobernaron decretaron que la información financiera del período en el que mandaron se mantuviera cerrada hasta el año 2016, una vez que prescribiera cualquier delito. No voy a votar por aquéllos que no pueden organizarse a sí mismos y ni siquiera son capaces de elegir a sus propios candidatos con honestidad y transparencia. Si así está su casa, no quiero que así pongan la mía. No voy a votar por aquéllos que creen que estar en el Gobierno es como entrar a un negocio familiar. No voy a votar por artistas ni atletas famosos que deberían seguir metidos en sus profesiones, en vez de vendernos equipos de expertos que gobernarán en su lugar. No voy a votar por aquéllos que ante el incremento del tráfico de drogas, ven en su legalización el “camino fácil” para disminuir el comercio y el consumo de sustancias nocivas. No voy a votar por aquéllos que argumentaron generar millones de empleos y se niegan a ver que su modelo de gobierno y de economía solo genera más pobres entre mis paisanos.
No voy a votar por aquéllos que piensan que sólo poniendo una sonrisa en una manta y una frase desgastada, creen que con eso ya me convencieron de merecer mi respaldo y el poder que tengo como ciudadano. No voy a votar ni por machetes ni bloqueos ni por promesas incumplidas. No voy a votar por aquéllos quienes nos enseñan gaviotas y se exponen en los medios hasta el hartazgo como una figura inmaculada; y en fin, no voy a votar por dinosaurios que dicen renovarse y que creen que mi memoria es tan corta como para olvidar las muchas crisis que he vivido con sus Gobiernos. Yo sólo pido cuatro cosas: menos diputados y senadores, seguridad para mí y mis paisanos, educación para que todos puedan crecer, elegir y defenderse, y trabajo para que todos podamos vivir con dignidad desde el asiento trasero.
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